Nueva York, 22 de septiembre de 2014: La nueva investigación de Carbon Tracker Initiative (CTI) identifica los riesgos financieros más importantes para los inversores en empresas productoras de carbón en todo el mundo, a partir del efecto dominó que produce la desaceleración del crecimiento de la demanda en China, donde el pico de la demanda de carbón térmico podría llegar en el año 2016.

El último análisis de CTI señala que hay 112 000 millones de dólares en futuras explotaciones y expansiones de minas de carbón que exceden los requisitos según los pronósticos de una disminución de la demanda. En concreto, el estudio indica que las minas nuevas de alto coste no son económicas con los precios actuales y no es probable que generen beneficios para los inversores en el futuro. Las empresas más expuestas a la baja demanda de carbón son las que están explotando proyectos nuevos, con una orientación al mercado de exportación.

Las nuevas medidas dirigidas a limitar el consumo de carbón y restringir la importación de carbón de baja calidad en China están marcando un cambio de tendencia para los exportadores de carbón. El análisis de la demanda llevado a cabo por el Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA) muestra que China podría sorprender con un pico de demanda de carbón en 2016 y luego una disminución gradual motivada por las medidas de eficiencia, aumento de las energías renovables, hidráulica, nuclear y gas, además de políticas más estrictas para reducir la contaminación atmosférica.

El deseo de China de reducir las importaciones afectará a todo el mercado de transporte marítimo, lo que repercutirá en los precios y los valores de los activos de las minas orientadas a la exportación en EE.UU., Australia, Indonesia y Sudáfrica. A raíz del rápido desplazamiento del carbón en el mercado interno de EE.UU., los productores estadounidenses han intentado concentrarse en la exportación, pero esa ventana ya está empezando a cerrarse.

De esto se deduce que las emisiones chinas de dióxido de carbono podrían alcanzar su punto máximo antes de 2020, dado que históricamente han guardado estrecha relación con la demanda de carbón. Este pico de demanda enviaría un mensaje contundente de que todos los países pueden aspirar a un crecimiento económico más limpio y al mismo tiempo reducir la pobreza y gestionar las emisiones de carbono.

«La industria del carbón mundial está jugando al juego de las sillas con la demanda: cada vez que la música se detiene desaparece otra parcela de mercado». James Leaton, director de investigaciones, CTI.

El Plan de Trabajo de la Energía de cara a 2050 de la Unión Europea y el Plan de la Energía Limpia de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos indican que la construcción de nuevas plantas de carbón se verá muy limitada en los mercados occidentales. Mientras tanto, el mayor productor y consumidor del mundo, China, ha indicado un posible límite al carbón en el plan quinquenal que comienza a partir de 2016. Por su parte, India debe superar varios obstáculos económicos y de infraestructura si quiere importar un volumen mayor de carbón. Los productores de carbón de todo el mundo parten del supuesto equivocado de que la demanda de carbón de China es insaciable. El modelo de negocio del carbón parece tambalearse sin esa demanda.

«El rey Carbón se está pareciendo al rey Canuto, con una industria que intenta a duras penas detener la marea de la reducción de demanda, caída de precios y disminución de beneficios». Anthony Hobley, director general de CTI

Según el análisis de CTI, en un escenario de baja demanda el mercado de carbón transportado por vía marítima representa un promedio de 850 millones de toneladas anuales en los próximos 20 años. Dicho escenario exige una producción que no supere el umbral de rentabilidad de 75 dólares por tonelada. Por lo tanto, las minas con costes superiores a esta cifra no ofrecerán a los inversores un nivel de rentabilidad razonable.*

«Observamos un escenario de baja demanda que requiere un umbral de rentabilidad máximo de 75 dólares por tonelada para que los proyectos nuevos de los mercados marítimos sean rentables. Es necesario que las empresas y los inversores comprendan su exposición a los proyectos del extremo superior de la curva de costes». Mark Fulton, fundador de ETA

El análisis de CTI indica que algunos de los proyectos de carbón de nueva construcción más grandes del mundo, ubicados en la cuenca de Galilee de Australia, ya están fuera del precio (out of the money) en un escenario de baja demanda. En EE.UU., la posible expansión minera en la cuenca del río Powder también afronta cifras adversas. Estas zonas necesitan además una fuerte inversión en infraestructura para llevar la producción al mercado del Pacífico, y los puertos nuevos de la costa occidental de EE.UU. y contiguos a la Gran Barrera de Coral de Australia han suscitado objeciones.

«El mundo del sector de los combustibles fósiles está cambiando, sobre todo el del carbón, en el que se está observando una demanda en disminución. Los inversores quieren tener la garantía de que el capital no se está gastando en proyectos de altas emisiones de carbono y alto coste que pueden no ser competitivos en un contexto de disminución de la demanda mundial de carbón». Mindy Lubber, presidente de Ceres

* El precio FOB de exportación del carbón de Newcastle, Australia, era de 68 dólares por tonelada el 1 de agosto de 2014